martes, 20 de mayo de 2008

El Comercio y 'los negros'

En la primera plana de hoy El Comercio publica la siguiente noticia http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2008-05-20/violencia-etnica-deja-22-muertos-sudafrica.html# en la que se refiere a violencia ejercida en Johannesburg, Sudáfrica contra migrantes de Zimbabwe. El títular es 'Violencia étnica en Sudáfrica' y la volada precisa: 'Xenofobia entre negros'.
Hmmm, qué interesante! En esta misma semana el diario se congratuló a sí mismo de haber luchado contra la esclavitud y publicado 'La cabaña del Tío Tom' por entregas hace un siglo y medio. Se supone que la lucha contra la esclavitud fue llevada a cabo por un impulso igualitario básico.
En la misma semana, por esas casualidades de la vida , el diario publicó noticias sobre la violencia que se ejerce en Nápoles contra migrantes gitanos de origen rumano. Ahí no hubo conflicto 'étnico' ni 'xenofobia entre blancos'.
Esa diferente manera de presentar las noticias la verdad que está bien alejada de los ideales de igualdad básica entre las personas. No es buen periodismo aplicar diferentes raseros para describir acontecimientos que guardan muchas similitudes entre sí.
Es casi casi como si un mismo tipo de terno no pudiera ser usado por diferentes personas, para poner ejemplos más locales de la misma vaina racista.

sábado, 3 de mayo de 2008

¿Cuándo faltar a una clase?

1. Una preocupación de estudiantes de varias universidades es la cuestión de la asistencia oligatoria a las clases. Es la típica cuestión que nunca es discutida porque es algo tan nimio y tan en las antípodas de los grandes problemas nacionales. Creo que en los blogs aparte de las quejas de algunos estudiantes, por lo general el tema pertenece a la categoría de los no discutibles.

2. En realidad es bastante importante porque da una idea de cuál es el lugar de la disciplina civil en la formación de adultos que ingresan al mercado profesional y a los debates públicos. Además como soy profesor universitario me encuentro con este problema cuando hay estudiantes que sobrepasan el límite de faltas, que usualmente se fija alrededor del 30% de las sesiones del semestre.

3. No hay nada mejor que escribir de lo que se tiene más cerca. Ya el tío Emerson sentenció: Lo cercano explica lo lejano. Rápidamente me di cuenta que el punto de vista del profesor es el menos interesante pues sus opciones se limitan o bien a aplicar el reglamento (sobre todo a los enemigos) o bien a manejar las cosas con un sentido de prudencia(sobre todo con los amigos). Lo interesante es la perspectiva de los estudiantes.

4.- Lo mejor entonces es que me refiera a la manera como asumí la asistencia a clases cuando era estudiante. Más o menos habían las siguientes opciones ante una clase inminente:

- me quedaba hablando con el profesor de la clase anterior y eventualmente podíamos terminar tomando un café en el campus y seguir la charla. Naturalmente faltaba a la clase siguiente porque me parecía mucho más interesante seguir con el hilo de la discusión anterior, tanto más cuanto la clase siguiente era insulsa.

- Luego de una clase o antes de la primera estaba con un grupo de amigos de la universidad enfrascados en una apasionada discusión sobre un tema intelectual y en especial político (eran los años setenta, ustedes ya se imaginan). Continuar con esa conversa era más productivo que estar padeciendo la identificación proyectiva de los conflictos bien poco resueltos del o la docente del caso.
- Tuve la enorme suerte de estar estudiando en un lugar que estaba en el centro de Lima y había muchos cines. Mis clases eran al final de la tarde y en las noches. En más de una ocasión era mucho más razonable ver una buena película con los amigos que asistir a una clase.

5.-Esos acontecimientos ocurrieron hace treinticinco años aprox. Muchas cosas han cambiado desde entonces. Mi propio cuerpo para empezar y luego todos los lugares comunes: que internet, que la caida del muro de berlín, el consenso de washington, el sida, cada papa más atroz que el anterior, el ataque a las torres gemelas en NY, chau petróleo - hola China y un largo etc. Pero también muchas cosas han persistido, los recuerdos y la comparación con el presente.
A diferencia de la nostalgia, que es un disco rayado sobre las pérdidas, ponerse retrospectivo a veces ayuda a darse cuenta que podemos hacery hemos hecho las cosas mejor de lo que creemos. Sobre las clases que me perdí por estar en conversaciones en la cafetería o viendo una buena película la verdad es que no me arrepiento en absoluto. Aprendí cosas mucho más interesantes.

6.-¿Pero eso quiere decir que hay un profesor universitario que anda diciendo que faltar a clases está bien? Faltó agregar un matiz importante: no recuerdo, o no quiero recordar en todo caso, haber faltado a una clase porque simplemente me resultaba aburrida o porque el o la docente me caía espesa. Esta puede ser la medida de cuándo faltar a una clase: si hay algo realmente más interesante que aprender, pues la clase sobra. Pero si no hay nada mejor que hacer la ausencia es una niñada, en vez de hacernos crecer nos coloca en un viaje a la semilla. Simplemente nos ponemos a merced de las contingencias: de repente hay familiares que se ponen muy mal de salud, surgen viajes inaplazables, accidentes. La existencia se convierte en una montaña de excusas.

7.- Eso sigue por supuesto cuando la universidad termina: el trabajo no me gusta y no se me ocurre hacer algo que pueda disfrutar. La política ni se diga: siempre hay imponderables , oiga usted: el Niño en la década del ochenta, el Niño otra vez en los noventas, ahora es el petróleo y la inflación importada. Es como la abuelita que se pone delicada de salud justo en la semana de exámenes parciales o finales. Es decir, realmente la abuelita se ha puesto mal, pero ya no es tan real que eso tenga que funcionar como un acontecimiento-excusa para no hacer lo que simplemente hay que hacer. No hay abuelita enferma o trastorno de la naturaleza que sea más fuerte que el deseo.

8.- Concluyendo en pocas y spinozianas palabras. Hacer lo que no se quiere es un padecer y ser la causa adecuada de la propia acción es un motivo de alegría; y luego el asunto ese de queremos, anhelamos , deseamos algo no porque sea bueno, sino que llamamos bueno a lo que queremos, anhelamos y deseamos.
Si una clase les aburre y no les ocurre nada mejor que hacer, revisen sus deseos entonces porque algo no está funcionando bien: o bien la clase no es aburrida y es un simple berrinche o todavía no han crecido lo suficiente para reconocer sus propios deseos.

miércoles, 28 de febrero de 2007

presentación

hola, las opiniones personales sobre cuestiones públicas es mejor entenderlas a partir de lo que se quiere decir expresamente.
Apelar al inconsciente fuera del consultorio es un truco que me parece poco aceptable. En cuestiones ciudadanas lo que ves es lo que hay.Apelar a la infancia de los tiranos, dictadores para entender desastres colectivos sólo tiene como consecuencia empobrecer el vocabulario político.
La otra forma de empobrecerlo es el recurso a las categorías y modelos económicos. Pueden haber atrocidades políticas pero que se justifican a posteriori en nombre del 'modelo'. Algo que está más allá de nuestras intenciones. Es el mundo del 'nada personal'
Se le busca al horror una explicación no horrorosa antes que una solución.